Queridos amigos de “Cuadernos de Viaje”, hoy les presentamos una entrega muy especial dedicada a la gran Teresa Berganza. Para mí, Teresa siempre fue más que una cantante; fue una verdadera artista que vivía y respiraba música. Desde su primer momento en el escenario, dejó una huella imborrable en el mundo de la música.

Recuerdo cómo conocí a Teresa en San Lorenzo del Escorial, un lugar lleno de historia y arte. A través de mi querido amigo y músico José Miguel Moreno, tuve la oportunidad de trabajar con ella. Desde nuestra primera reunión, su calidez y profesionalismo me impresionaron profundamente. Teresa es una mujer que ha explorado todos los géneros, desde la ópera hasta la música de cámara, y siempre buscaba nuevas formas de integrar la guitarra en su repertorio.

Nuestra relación se fortaleció a lo largo de los años, compartiendo largas conversaciones, ensayos y conciertos. Uno de los momentos más memorables fue el concierto que finalmente dimos en París, después de la frustración de una cancelación previa. Teresa siempre supo cómo conectar con el público, y su habilidad para elegir el repertorio y manejar los bises era admirable.

A lo largo de nuestra colaboración, Teresa me abrió puertas que nunca habría imaginado, permitiéndome crecer como compositor y músico. Su dedicación y respeto por la música son inspiradores, y su legado perdura en cada nota que canta.

Este video es solo el comienzo de una serie dedicada a Teresa Berganza, donde compartiré más anécdotas y recuerdos de nuestra andadura musical juntos. ¡No te lo pierdas!