José María Gallardo del Rey comparte sus experiencias recientes en Rusia, donde participó en el Kaluga Festival. Reflexiona sobre la rica cultura musical del país y su admiración por compositores rusos como Rachmaninov y Tchaikovsky. Destaca la peculiaridad de que la guitarra en Rusia no se enseña en los conservatorios como un instrumento principal, sino en escuelas de instrumentos populares, lo que ha generado resistencia en su inclusión formal en la educación musical.

A pesar de las dificultades, la pasión por la guitarra es evidente, con festivales y artistas de renombre que han contribuido a su desarrollo. Gallardo menciona su actuación en prestigiosos teatros de Moscú y la cálida recepción del público, caracterizada por un respetuoso silencio durante las interpretaciones.

El festival incluyó un programa que combinaba música española y contemporánea, y Gallardo interpretó el “Concierto de Aranjuez”. Aprecia cómo la música trasciende las barreras culturales y políticas, sirviendo como un lenguaje universal. A pesar de la situación actual en Rusia, se siente agradecido por la oportunidad de compartir su música y continuar construyendo conexiones a través de ella, reafirmando su compromiso de regresar al país para futuras presentaciones.